Terminando las formas de crear unas piezas de marketing viral o de ser famosos en las web 2.0, aplicables a empresas ya que las ideas pueden ser muy directas a sus públicos objetivos y participadas con los clientes, empleados, proveedores siendo interactivos dando motivación y fidelidad a los valores de la empresa, personas que quieren trascender a famosos, cuelgan el vídeo y si gusta se reproduce y ciudades que con pequeñas acciones involucran o un vídeo para ser record de algo y salir publicados, o fiestas especiales para dar a conocer sus tradiciones.
Hoy destacamos la campaña simple de TV-3 de Catalunya para el verano. ¿qué coste tiene esta campaña?, siendo un canal fideliza a su audiencia, publicita y tiene información de los más populares de sus programas.
Música pegadiza, mensaje simple e ideas creativas de los participantes para destacar.
Un ordenador, papel en blanco, unas tijeras y ya está. No hacía falta nada más. Con esos tres elementos, este verano centenares de espectadores se han transformado por un ratito -y sin necesidad de maquillaje ni peluquería- en el meteorólogo Tomàs Molina, la presentadora del TN Raquel Sans o el president José Montilla interpretado por Sergi Mas en Polònia. O en cualquier otro de sus compañeros. Las caretas recortables que TV-3 colgó en su web www.tv-3.cat/estiu a principios de la temporada estival han causado furor y la propuesta de grabar un vídeo con la máscara puesta bailando la canción del verano y enviarlo a la tele ha cautivado aún más. «La idea ha tenido buena acogida y nos han llegado más de 300 vídeos de los espectadores, todos ellos muy divertidos y algunos realmente originales», explica Carles Checa, del departamento de Márketing de TVC.
La clave del éxito es, según los autores de la iniciativa, «que el espectador agradece mucho la proximidad y el hecho de sentirse también protagonista de la tele. Por eso se animan a mandarnos sus bailes y coreografías». Las grabaciones más divertidas son, quizá, las de los pequeños de la casa, pero estas semanas han bailado ocultos tras la máscara compañeros de trabajo, grupos de amigos en bañador, familias enteras moviéndose al unísono y fans de la tele que, además de llevar la careta, actuaban como sus personajes preferidos
Fuente El Periódico 11/09/10
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