Se puede crear algo diferente, se puede ser competitivo, pero un nombre asociado a un proyecto siempre si cumple con lo que promete es signo de éxito.
Llevan unos meses en obra. Dónde era el concesionario de Citroën se ha lanzado despúes de probar en otro más cercano un bar de tapas de alta cocina. Es el Tickets en el número 164 de la avenida del Paral.lel el bar Tickets y la coctelería 41º (snackeria) para ofrecer algo así, como ellos denominan, una feria gastronómica permanente a precios accesibles. Los nuevos establecimientos son el primero de tapas «gamberras» de los hermanos Adrià (Albert y Ferran) e Iglesias (Juan Carlos, Borja y Pedro, amos del Rías de Galicia) y ya tienen reservas a tres meses vista. Y eso que no quieren hacerlas más allá de esos 90 días, porque también llenarían las mesas.
Son más de 4.000 peticiones si se suman las de la coctelería anexa 41º. La locura en el plato (propuestas bullinianas y recetas de siempre) y en internet (en cuya web, ticketsbar.es, se acumulan sin cesar las reservas). ¿El teléfono? «Tuvimos que retirarlo de la web porque no paraba de sonar. Sólo atendemos por internet, así garantizamos un trato igualitario a todos los clientes», comentaba ayer Juan Carlos Iglesias, asombrado por el éxito del local, que abrirá el martes. Quedará el consuelo de tomar algo sin esperas de meses en una barra a pie de calle.
No querían empezar muriendo de éxito, así que tomaron la medida que adoptaron hace días en el 41º, donde se llegaron a formar colas de una hora, con 60 personas esperando en la calle a tomar un trago y probar alguna genialidad de los Adrià.
Durante dos semanas han estado rodando unos platos que han probado el alcalde Jordi Hereu y Robert de Niro (el miércoles), actor que aprovechó su estancia en Barcelona para rodar Red lights para probar el marisco del Rías de Galicia y las tres estrellas Michelin de Carme Ruscalleda en el Sant Pau (el pasado viernes).
La expectación es tal que el tándem de cinco que son los Adrià-Iglesias han abierto un local en la calle de Tamarit, frente al Tickets, donde venderán productos relacionados con el restaurante y la coctelería, inaugurada hace un mes y medio. Allí se podrá adquirir, por ejemplo, la ropa que visten los camareros de la cabeza a los pies (delantales, camisas, incluso las bambas). Irán cambiando de vestuario cada medio año para surtir de género a la tienda.
Quienes tengan la suerte de lograr mesa, podrán elegir entre unas 50 tapas, algunas clásicas, otras futuristas, algunas como postre («demostramos que pueden convivir modernidad y tradición», dijo ayer Albert Adrià), todas divertidas, casi circenses (circo del bueno, como el Cirque du Soleil). Así pretende ser el ambiente, la decoración, con cinco zonas con sus propias barras (la firma Flores Valles ha instalado el equivalente a las cocinas de tres restaurantes), la ropa del personal, la música, los escaparates, parecidos a una tienda de moda.
Hay olivas esferificadas, pescaíto frito con algas gallegas, navajas con jengibre, cayena y aire de limón, air baguette de panceta ibérica, pipas de conejo con alioli espumoso... El precio medio oscilará entre los 50 y los 80 euros por cabeza; pura anecdóta. Si cobraran más, también triunfarían sin bajar
No hay comentarios:
Publicar un comentario