Hoy la gente piensa en muchas cosas para su futuro, para los próximos veinte, quince o cinco años. La edad de oro para disfrutar, la edad para crear prosperidad y en fin una serie de cosas variadas.
Las posibilidades en esta década son diferentes, o quizás iguales a la anterior. Lo efímero de la bonanza o lo triste de la tragedia. En el 2001 después de las torres gemela todo era muy complicado, mal presagio de futuro. Un euro nacía en el 2002 como proyecto de unión. Hoy hasta planteo su desaparición. Personas con proyectos que encontraron en políticas generosas de inyección de dinero barato herramientas para crear consumo, consumo superfluo y consumo ostentoso. La vida de las empresas cambio radicalmente, las ciudades crearon cambios a partir del 2004, las personas a comprar también y todo el consumo se cayo en el 2007. En apenas 5 años se esfumaron los nuevos millonarios y aparecieron los nuevos pobres. En el 2011 hay más pobres en Europa que en el 2001, o sea que toda la prosperidad no fue sustentable. Pero el problema no es lo que paso, si no lo que debemos hacer hoy para máximo 36 meses. Plazos más cortos pero de necesaria velocidad del sonido.
Necesitamos crear 2.000.000 de puestos de trabajo en los primeros 18 meses de año. Es imposible ver esta cifra en pleno empleo, es imposible que se creen empresas autónomas que generen sus propios ingresos para bajar está cifra. Si partimos del absurdo que hay esos dos millones de locos que quieren abrir su negocio propio, a quién le podrán vender sus servicios o productos. Los compradores le podrán pagar de inmediato para generar el círculo de dinero. Si las empresas solo pagan a determinados días, estos no podrán sobrevivir más de 4 meses y si los ayuntamientos no pagan en fecha menos. Podemos crear empleo si en la medida tenemos compradores que están dispuestos a pagar por nuestros servicios y por la oferta que acepten. El mercado tiene compradores que están más racionales y más inteligentes. No voy a comprar una propiedad inmobiliaria por que va a subir como antes y no la voy a comprar por que puede bajar. La voy a comprar por que la puedo pagar, tengo financiación y quiero comprarla para mi futuro. Ese futuro estará dado por las seguridades laborales, financieras y optimistas que tenga este ciudadano.
El vivir de subvenciones y promoción industrial trajo más problemas a esta crisis por varios motivos: Se han gastado millones en cosas que no sirven si no hay una política correcta de su uso. Apostamos por las renovables para ser más ecológicos y estas subvenciones encarecen la factura de la luz y por lo tanto la competitividad.
El escenario de juego no es el mismo y es de destrucción total. Hay personas que saben hacer y debemos apoyar ideas que no necesiten subvenciones, ideas que generen competitividad por la originalidad, el desarrollo de investigaciones y principalmente que crean empleo. Hacer y no deshacer.
La imagen que acompaña, la saqué en la Av. Diagonal y Carlos lll en Barcelona donde esta buena señora tenia en el banco un negocio con artículos nuevos. Yo todo un consultor le pregunto sin burlas y con seriedad. ¿Se vende algo señora?, ella toda muy seria me responde con seguridad: SI ME COMPRA USTED SI. Señora usted es un ejemplo de vida y esperanza. Mientras muchos los prejubilan, otros protestan por el correr la edad de jubilación usted sigue luchando. Espero que no la perjudiquen las políticas que prohíben la venta ambulante, pero si no hacemos nada para crear ingresos, quizás muchos no puedan vivir hasta la edad de la señora.
Es esto lo que se necesita, gente clara, empresas que no engañen y personas dispuestas a comprar por que lo necesitan para satisfacer un deseo.
Jacobo Marcos Malowany Buchalter. 2011
1 comentario:
Idealmente debería ser el mercado el que diga qué y cuánto vender; como siempre los mejores negocios son los que sobrevivirán y durarán en el tiempo.
Las ideas más creativas y las empresas más eficientes son las que tendran la preferencia del público, la fidelidad será el premio.
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