Pero esto no queda así. Un grupo de emprendedores están apostando a algo aún más novedoso: las paredes verdes.
La empresa G-Sky, de Vancouver, es una de ellas. Desde us$100 por pie cuadrado, la empresa instala paneles de pared rellenos de plantas, que pueden ser colocados en cualquier superficie vertical. Si calculamos que por cada techo existen cuatro paredes, la oportunidad se multiplica por cinco.
La idea es crear paredes que estén cubiertas de vegetación, pero no que estén tomadas por las plantas y generen humedad y basura, sino que puedan ser regadas de una forma simple e incluso sean fáciles de limpiar.
Estamos convencidos de que ambos son un arma para luchar contra el calor que se genera en las grandes urbes, logrando con esto verdaderos oasis en lugar de desiertos.
Las paredes verdes, además de las mismas ventajas de los techos verdes, tienen dos beneficios adicionales: 1) a diferencia de los techos, no tienen la misma carga de peso sobre el edificio y 2) ayudan a contrarrestar el efecto urbano de isla de calor (las superficies que absorben calor en una ciudad, aumentan en promedio 8 grados la temperatura).
Así que mire a su alrededor, y vea cuantas paredes descubiertas hay, y tendrá una idea de la oportunidad de mercado.
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