- Barreras de entrada al mercado, a pesar de ser líder en un país no logro quitar mercado por su propio peso.
- Conservadores consumidores que ven el cambio con desconfianza.
- Un proceso de apertura con movimientos lentos.
- Sólo se crece comprando clientes y no por dar un buen servicio en la España actual.
- Las fuerzas de venta de empresas con nombres no tradicionales deben ser efectivas y mostrar beneficios reales.
- Las creencias de lograr objetivos con políticas de ventas por ser líder en otros lugares no da para alcanzarlo.
Centrica, la mayor comercializadora de gas y electricidad de Reino Unido, ha iniciado el proceso de venta de su filial en España, por la dificultad para consolidar y rentabilizar su negocio en este país.
La decisión refleja el encallamiento del proceso de liberalización del mercado eléctrico español, donde la empresa británica ha intentado erosionar durante ocho años el dominio de Endesa e Iberdrola, con poco éxito.
Fuentes de Centrica justifican su decisión en “el lento avance del proceso de liberalización del sector eléctrico español”, y en el “mantenimiento del poder de las empresas incumbentes”.
Un portavoz de Centrica asegura que “el proceso de venta está avanzado y hay varias firmas interesadas en la compra”.
Los cuatro de siempre
La salida de Centrica, que en su mejor ejercicio facturó 400 millones de euros vendiendo electricidad en España, ratifica el fuerte grado de concentración del sector en España.
Pese a que el mercado eléctrico español se empezó a liberalizar en 1997, cuatro compañías han mantenido un control casi absoluto del sector: Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa e Hidrocantábrico.
Las firmas como Centrica, que intentaron crecer de forma orgánica y robar mercado a los grupos tradicionales, apenas han arañado cuota. La mayor eléctrica europea, Electricité de France (EDF), vendió el año pasado su comercializadora española a Alpig por razones similares.
Según los últimos datos oficiales, Centrica tiene una cuota del 1,5% del suministro de electricidad en España. Más significativa es su posición en la gestión de los intercambios internacionales, ya que acapara el 15% de las importaciones y exportaciones de electricidad en el país.
"El proceso está avanzado y hay varios interesados en comprar la filial", dice Centrica
Modelo de negocio
Desde que llegó a España en 2002, el negocio de Centrica ha consistido en comprar electricidad a otros generadores para revenderla a los clientes finales. Ahora, la empresa está centrada en desarrollar varios acuerdos que tiene con empresas de energía renovable para adquirir su producción y suministrarla en el mercado.
El grupo británico también compra y vende electricidad a través de la frontera con Francia, intentando aprovechar las fluctuaciones de precios en ambos mercados.
El principal problema para desarrollar esas actividades es el sistema regulatorio español. El coste de generación está liberalizado y es muy volátil, mientras que el precio final de venta de la electricidad a los clientes está condicionado por las tarifas reguladas del Gobierno. Esto hace que, cuando sube el coste de compra de energía, el margen de beneficio desaparece porque no se puede trasladar al precio final. En 2008, por ejemplo, pese a facturar casi 400 millones de euros, Centrica Energía perdió 4 millones. El ejercicio 2009 ha sido mejor gracias a la caída del precio de generación, indican fuentes del sector.
Los directivos de Centrica en España han sido muy críticos con el sistema español e intentaron forzar cambios en la regulación, llegando a denunciar algunas normas ante el Tribunal Supremo y la Comisión Europea. Desde Londres, el grupo siempre ha criticado que los mercados europeos están menos liberalizados que el británico.
Una escisión de la antigua British Gas
Centrica es una de las ramas en las que el antiguo monopolio British Gas se escindió en 1997. Mientras BG Group se quedó con el negocio de exploración y producción de gas, Centrica retuvo el negocio de distribución de energía a los clientes británicos, ante quienes todavía usa la marca British Gas. Luego, la empresa diversificó hacia el sector eléctrico y salió a otros países. Las últimas adquisiciones de Centrica van destinadas a complementar su posición como suministrador de gas y electricidad en Reino Unido y Estados Unidos.
Así, el año pasado aumentó su peso en la generación eléctrica al comprar a EDF el 25% de la generadora nuclear British Energy. La semana pasada, Centrica compró yacimientos de gas natural en Trinidad y Tobago. Roger Carr, presidente de Centrica, aseguró la semana pasada en la presentación de los resultados de 2009 que la empresa quiere centrarse en crecer en los países donde cuenta con “una fuerte posición en el mercado” y donde atisba “opciones de crecimiento”.
Bienvenida
En 2002, Centrica llegó a España con la marca Luseo Energía con el objetivo de aprovechar la liberalización eléctrica mediante la venta de kilovatios a las pymes.
Desarrollo
La progresiva apertura de la competencia abrió a Centrica la posibilidad de vender electricidad a los pequeños consumidores. El grupo se lanzó a ganar cuota.
Lío regulatorio
La subida del coste de generación estrecha los márgenes de beneficio de Centrica, que denuncia el sistema regulatorio español ante el Tribunal Supremo.
Cambio y cierre
Centrica decide centrarse en gestionar centrales renovables de terceros en España, pero opta por vender su negocio al no lograr una posición significativa.
Expansión 02/03/10
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